Como ya sabréis, son muchos los países que ya están abriendo sus fronteras para poder reanudar los viajes y el turismo mundial. Por otro lado, hay países como México que nunca cerraron sus puertas y el turismo ha continuado durante estos meses de caos, siempre tomando las precauciones propias que se requieren al seguir en tiempos pandemia.
Yo nunca había estado en este país y me moría de ganas por visitarlo así que me lancé a la aventura y el pasado domingo aterricé en Cancún para recorrer algunos de los puntos más conocidos de la Riviera Maya. Y, ¿ cuál no podía faltar? Sin duda Chichen Iztá, uno de los vestigios más importantes de la civilización maya.
Al estar viajando sola decidí contratar un tour con la empresa ‘Vive Cancún Tours & Travel’ y fue una buenísima decisión. Seleccioné la excursión Chichen Iztá Deluxe, me pasaron a recoger sobre las siete de la mañana y pusimos rumbo hacia el conjunto arqueológico. Se encuentra ubicado a dos horas y media de Cancún por lo que durante ese tiempo, un guía nos estuvo contando la historia de los mayas y muchas de sus curiosidades. La primera parada fue en la Cooperativa Maya Ixchel, donde realizamos una ceremonia con un chamán, y posteriormente comimos en el restaurante Yaxkin. Fue una buenísima experiencia y la comida inmejorable.
Ya con el estómago lleno, nos dirigimos a Chichen Iztá. Allí nos dividimos en grupos de seis, por las normativas COVID, y un guía nos fue llevando por los diferentes templos, contándonos sus particularidades. Para quien no lo conozca, Chichen fue una ciudad o centro ceremonial y sus edificaciones principales corresponden al periodo clásico tardío o posclásico temprano (800-1100 d.C). Es increíble adentrarse en el área e imaginarte todo lo que ha pasado en esas tierras.
El templo que más destaca es el de Kukulcán, llamado así por el Dios maya de mismo nombre, relacionado con el viento y el agua y que significa Serpiente emplumada. En 2007, esta gran estructura arquitectónica fue reconocida, por la Unesco, como una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno. ¡No es para menos!
Pero la aventura con VICA Tours no terminaba aquí. En Chichen las temperaturas suelen ser muy elevadas y la segunda parada nos ayudó a refrescarnos y relajarnos un rato. Visitamos la Hacienda Selva Maya, en cuyo interior se ubica el cenote Saamal. Para quien no lo sepa, un cenote es un pozo de gran profundidad, alimentado por la filtración de la lluvia y por las corrientes de los ríos que nacen en el interior de la tierra. Estas maravillas tenían una gran relevancia para los mayas, ya que eran su fuente de agua y también lo consideraban como la entrada al inframundo. En muchos de los cenotes de la zona se ha llegado a encontrar jade, cobre y textiles que los mayas daban como ofrendas a los dioses.
Para terminar, nos acercamos a la ciudad de Valladolid, fundada en 1543 por Francisco de Montejo, quién terminó con la localidad maya de Chauac- Há. Es súper pintoresca y prueba de ello es que en 2012 fue incorporada a la lista de Pueblos Mágicos de México.
Hacia las seis de la tarde, nos volvimos a subir al autobús para volver a Cancún. Un día muy completo gracias a la ayuda de Vive Cancún, que te deja con ganas de seguir explorando las riquezas de esta parte del país mexicano.
Como ya sabréis, son muchos los países que ya están abriendo sus fronteras para poder reanudar los viajes y el turismo mundial. Por otro lad...
